Cuantas veces he escuchado a la gente decir que no quieren que llegue el domingo, que es un día triste, que quieren pasarlo rápido.... Lo puedo aceptar pero no lo puedo compartir... Para mí, el día domingo es un día que se inventó para que cada uno de nosotros nos lo regalemos... para nosotros. Para encontrarnos, para compartirlo con otros, sí, pero por sobre todas las cosas para compartirlos con nosotros mismos.
Levantarse sin relojes, correr las cortinas para que entre la luz, hacerse un rico mate y disfrutar unos minutos ese silencio especial, ese silencio que corre por cada recoveco de nuestro yo. Un día sin planificaciones, si pinta algo, quizás lo tome, pero trato de no hacer programa para el domingo. Buscar entre los cds predilectos y en un volumen medio escucharlo mientras pongo un poco de orden a mi casa.
Uy hay sol! No es dia para quedarse adentro, salgo a dar una vuelta!!!. Agarro la bici y recorro la costanera sur. Mucha gente disfrutando el domingo. Familias, amigos, bici, rollers, perros correteando, caras alegres.... No veo la tristeza del domingo; aunque quizás por dentro uno este lidiando con preocupaciones, perdidas o algo más.
Como dije antes, el domingo, a mi entender, es un regalo, es un día para disfrutar, solo o en compañía pero es un día que si hay sol, debemos aprovechar para llenarnos de su energía para empezar una semana movida con otra cara; si esta nublado es ideal para leer ese libro postergado, ver esa película repetida, o simplemente sentarse a hacer nada, o acostarse y hacer mucho........
Otras alternativas: Dormir la siesta. Anotar las ideas fugaces que pasan por nuestra mente cuando esta en relax. Compartir una ronda de mates, alguna rica receta de galletas y reír a carcajadas con los nuestros, recordando anécdotas o bien escuchando atentamente sus historias.
Hagan la prueba, y regalense el próximo domingo.....
Que empiecen una excelente semana... Los dejo con Gal Costa
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